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Antecedentes Generales
El proyecto de Recuperación de Suelos, que cuenta con el apoyo del Servicio Agrícola y Ganadero SAG, tiene como objetivo mejorar las propiedades de terrenos degradados como causa del uso intensivo del predio, mediante el aporte de materiales naturales y técnicas de manejo de siembras para abono verde en las praderas.
El proyecto, considera que para la recuperación de suelos, no hay otra forma verdadera que no sea volviendo la mirada a la forma natural como se formaron los terrenos y sus capas vegetales, alejando toda intervención de productos químicos, que primero, sólo logran homologar los distintos terrenos, al aplicar la misma receta química- tecnológica y segundo, pasan a llevar lo mas importante, que es el impedir la verdadera expresión y sabor genuino de la tierra.
En la compleja disposición de la naturaleza. Las plantas tienen la misión de tomar elementos minerales de la tierra, para convertirlos en sustancias vivas y orgánicas como son la raíz, el tallo, flor y fruto y estas características de las plantas se ven mas acentuadas en unas que otras, es decir hay plantas colaboradoras de estos procesos, convirtiéndolas en plantas cooperadora de los procesos vitales en la actividad del calcio. Potasio. Fósforo o nitrógeno, etc.
El compost es sin duda, una forma de acelerar el proceso de recuperación de suelos, realizando en forma controlada el proceso de compostaje y dando un carácter de reciclaje a todos los desechos orgánicos del predio.
Para entender la función del compost, también es necesario olvidar lo que significa los abonos químicos, que llaman a la planta a levantar sus raíces (al tener el abono al pie del tronco), que es análogo a comer chatarra concentrada, olvidando su función de penetrar la tierra. Esta trampa colocada por los agricultores puede confundir a la planta a niveles que olvidan la función primera, que es la búsqueda de explorar y profundizar la tierra en busca de su alimento y de la riqueza de los diferentes estratos, llevando hacia el fruto, toda la estabilidad y complejidad de los terrenos más profundos.
En el año anterior a la plantación de viñas, en consideración a que los análisis de suelo arrojaron una muy baja fertilidad, se iniciaron las labores agrícolas de recuperación de suelos, realizando una aplicación doble de compost en principios de Otoño y una siembra de abono verde entre hileras a fin de fijar unidades importantes de nitrógeno y materia orgánica.
La decisión de aplicar el doble de compost del presupuestado, se realizó teniendo como objetivo contribuir a mejorar las propiedades físicas, biológicas y químicas del suelo, esto con el fin de aumentar el contenido de materia orgánica, agregar una mayor capacidad de intercambio catiónico, menor lixiviación de nutrientes, mejor disponibilidad de nutrientes y regulación del pH debido a su capacidad de buffer.
Para el abono verde la finalidad era, primero; introducir una siembra que aportara una fuente de nitrógeno para el viñedo, gracias a la capacidad fijadora de este elemento, propio de los vegetales verdes, sobre todo las leguminosas. Y el segundo, objetivo era formar una carpeta vegetal que nos permita controlar la erosión hídrica y eólica, además de mejorar la estructura del suelo.
La búsqueda de una especie que cumpla con estos dos objetivos es sumamente compleja, debido a que la mayoría de las que los cumplen, requieren de riegos regulares para poder crecer y por el sistema de riego por goteo que se utiliza habitualmente en viticultura, la entre hilera donde estará sembrada esta cobertura, no tiene opciones de agua. Ante este escenario, la especie que mejor se adapta a estas condiciones adversas es el trébol subterráneo, el cual comenzaría a sembrarse en las primeras lluvias del Otoño.
Además, se recogieron semillas de rábano silvestre, con el que se realizó una siembra de mucho éxito, ya que esta especie de hierbas, los estudios lo certifican como un buen aportador de nitrógeno, materia vegetal y por sobre todo se valora su capacidad de incorporar su bulbo a gran profundidad en el suelo, permitiendo el ingreso de aguas, oxigeno, materia vegetal descompuesta, etc. |
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Terroir
Lo que hace tan especial a la zona de Cauquenes, son sus excelentes características geográficas: suaves lomajes sobre la cordillera de la costa, intensa luminosidad durante muchos meses, tierras mas pobres que fértiles, un régimen de lluvias preciso que requiere un cultivo de secano o de riego controlado y, altas temperaturas diurnas durante el verano que logran que el área disponga de la sequedad ambiental, inmejorable para la maduración de las cepas tintas. |
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Clima de Cauquenes
El sector de Cauquenes, enmarcado por la cordillera de la costa, cuenta con un clima mediterráneo, con marcadas diferencias en sus cuatro estaciones.
Los inviernos se caracterizan por recibir sistemas frontales que dejan abundantes lluvias y bajas temperatura. Estos períodos de frío intenso con temperaturas cercana o inferior a cero grados, ocurren cuando las viñas están en su fase inactiva.
Durante el verano, por su latitud el sector tiene una gran cantidad de horas de sol y una alta luminosidad, donde los cielos despejados y la alta radiación solar, provocan temperaturas que superan fácilmente los 30º C todo el período estival, favoreciendo así la concentración de color, aroma y sabor de la uva obtenida. Durante las tardes de verano, llegan brisas marinas que templan las temperaturas nocturnas y permiten una fuerte variación térmica dia-noche que favorece la maduración óptima, ya que le permite a las viñas descansar y utilizar parte de los azúcares formados. |
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Suelos
Los suelos del sector de Cauquenes son, en forma genérica, con textura franco-arenosa, permitiendo en estos casos un buen drenaje y una fuente adicional de calor, que nos entrega una combinación óptima para el cultivo de viñas. |
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